Entrevista a José Antonio García, jefe de obra de DEPISA en la refinería de REPSOL en A Coruña

José Antonio García tiene 62 años, es natural de Narón y lleva 29 años trabajando en DEPISA. Actualmente es el responsable de producción de los trabajos en la Refinería de Repsol A Coruña y el taller de chorro y pintura. Entre sus funciones están la planificación de los trabajos, la organización del personal operativo (más de 50 personas trabajando en la refinería), la maquinaria y los materiales necesarios, interlocución técnica con el cliente y velar por el cumplimiento de los plazos y la calidad.

Lleva casi 30 años en el sector… ¿Cómo ha evolucionado en este tiempo?

Durante estas tres décadas el sector ha evolucionado muchísimo con un alto grado de especialización, maquinaria de nueva generación y la planificación de los trabajos diarios. Los avances en los ámbitos tecnológicos y de seguridad lo han cambiado todo. Como consecuencia de esto la productividad y la eficiencia han mejorado.

Toda esta evolución ha hecho que me haya tenido que formar y adaptar a cambios que al principio no eran fáciles. En ese sentido estoy muy orgulloso de la forma en que ha evolucionado Depisa y todas las personas que trabajamos en ella.

¿Cómo recuerdas tus inicios?

Empecé como operario y aprendiendo el oficio desde abajo. Desde entonces he podido evolucionar profesionalmente a base de mucho trabajo, humildad y sobre todo por las ganas que he tenido siempre en aprender. Lo que más recuerdo y agradezco de todo este tiempo es el cariño que he recibido siempre de mis compañeros, y es que han sido un gran apoyo en todos estos años de profesión. En definitiva, me siento muy orgulloso de haber aprendido este oficio que me ha dado la oportunidad de crecer profesionalmente en Depisa.

En casi 3 décadas de experiencia en el sector seguro que tiene alguna anécdota curiosa. ¿Hay alguna que recuerde especialmente?

Algo que no podré olvidar es cuando hace pocos años estábamos trabajando en unas torres eléctricas a unos cuantos metros de altura. En un momento en el que estábamos a mucha distancia del suelo, a unos cuantos trabajadores les entró el pánico y tuvieron que bajar. Estamos acostumbrados a trabajos así y hay que tener mucho valor para estar a tantos metros del suelo sin que te impresione un poco.

¿Cuál es la parte que considera más bonita en su trabajo?

Lo que más me gusta de mi trabajo es, sin duda, el trato diario con las personas y el crecimiento profesional que me llevo de todos estos años. Empecé en este sector desde muy abajo y he podido conocer a mucha gente increíble de la que he aprendido mucho. Es muy gratificante poder ayudar a mis compañeros a través de mi experiencia transmitiéndoles todo lo que he aprendido estos años, y poder mejorar día a día.

¿Cómo fue su proceso personal de adaptación a este sector?

Desde que llegué a esta empresa, ya hace casi 30 años, he vivido muchos cambios y he tenido que adaptarme y formarme contínuamente porque el sector ha estado en constante evolución. Ahora solo me quedan 3 años para jubilarme y la verdad es que estoy en una edad estupenda y me encuentro feliz con todos mis compañeros. Sé que cuando llegue la hora de tener que dejar la empresa me va a dar mucha pena, pero me llevaré todas y cada una de las cosas que he aprendido durante todos estos años.