Un buque o estructura diseñada para desempeñar su vida útil en el mar está evocada a la corrosión. Por ello, se recurre a una serie de tratamientos y pinturas sobre la embarcación para mantener su estructura durante un periodo más largo de tiempo. Actualmente, un buque mercante medio necesita tratamiento de obra viva cada 5 años aproximadamente.
La división de Marine Coatings del grupo empresarial ALTTION está especialista en anticorrosión en el sector naval. Recientemente en el astillero de Puerto Real, ALTTION ha realizado el tratamiento anticorrosivo de cuatro buques (dos popas y dos proas) de 270.000 m2 cada uno de ellos. Se trata de una de las obras más importantes que se han llevado a cabo en este astillero y ha sido un proyecto de referencia a nivel internacional.
Los buques forman parte del Grupo Ibaizabal que es un proveedor de servicios integrados de gestión de buques para las industrias de transporte marítimo internacional y de ultramar, que se adhiere a las más altas normas de garantía de calidad.
Tratamientos anticorrosivos de buques
Para la eliminación de aceites y grasas en grandes estructuras o superficies navales es necesario el empleo de detergentes, disolventes, emulsiones, limpiezas a vapor o cualquier producto que implique una acción de limpieza.
Los tratamientos específicos que ALTTION ha llevado a cabo en los cuatro buques Suezmax, que tienen las dimensiones máximas para poder transitar por el canal de Suez, son: los de obra viva, obra muerta, cubierta exterior, tanques de lastre y tanques de carga, así como los de las cámaras de máquinas y los distintos tratamientos en tanques y espacios.
Uno de los objetivos más importantes que ALTTION debía cumplir era el de realizar el tratamiento anticorrosivo de los buques en el plazo de tiempo que determinaba el cliente. ALTTION cumplió con los plazos de ejecución gracias a los trabajos realizados tanto en cabinas fijas, como en cabinas provisionales, que fueron montadas exclusivamente para dicho proyecto.
Cumplimiento de la normativa IMO
ALTTION cumple con la normativa IMO para la realización de los tratamientos anticorrosivos de las embarcaciones. Este Convenio Internacional fue adoptado en 2004, y tiene por objeto evitar la propagación de organismos acuáticos perjudiciales de una región a otra, estableciendo normas y procedimientos para la gestión y el control del agua de lastre y los sedimentos de los buques.
Para poder cumplir con dichos requisitos medioambientales se usaron células filtrantes para evitar la contaminación del medio ambiente.